Capítulo 7 -Unidos por el dorado

Hola chicos, primero que nada quiero darles las gracias por esperarme pacientemente, y bueno, ahora aqui tienen los siguientes dos capítulos... Los quiero!

CAPÍTULO SIETE

-Primero que nada tenemos que presentarte con la “victima”, hace unas horas salió de mi oficina, quería recorrer el pueblo y esas cosas... Espero que te sientas cómodo como mi compañero Kyle.


Eliot Rand era un gran hombre, un gran detective que como él, había dejado la gran ciudad y ahora estaba en comunidades pequeñas, pero no por ese hecho las grandes oficinas dejaban de llamarlo para que colaborara con algunos casos, como el que le habían asignado a Kyle. René Stamford había estado en el lugar equivocado en el momento equivocado según Rand. Kyle había leído su expediente de camino a Villa Paradise, pero todo había parecido normal, era un tipo promedio de mediana edad, sin antecedentes ni extravagancias, estaba en paro debido a su problema con la mafia.

-No te preocupes Eliot, estaré bien. –Pero Kyle estaba seguro que no había nada bien en ese momento. Eliot era un tipo agradable, si. Pero él estaba acostumbrado a trabajar solo, requería de mucha concentración dedicarse a un caso de alta gravedad como lo era ese, y la manera de pensar de Kyle le decía que un compañero desviaba toda su atención del objetivo.

-Muy bien, mañana te entrevistaras con René para que te ponga al tanto de algunas cosas, mientras tanto, ¿Por qué no vamos por unas copas y nos relajamos un rato? -¿Acaso había visto una sonrisa coqueta en el rostro de Rand? No podía ser…

-No Rand, pero de todas maneras te lo agradezco, quiero descansar, el viaje fue un poco agotador, y veré si puedo descubrir mas de este pueblo por mi cuenta.

Una parte de Kyle estaba un poco confundida y la otra parte… ¿excitada? ¡No!

-No hay problema Kyle, nos veremos por la mañana. –Se despidieron mientras Kyle tomaba su abrigo y salía por la puerta principal de las pequeñas oficinas. Tenía una cita con el alcalde la tarde del día siguiente para solucionar lo de su vivienda, según su capitán, como era un traslado por pedido, ellos tenían que encargarse de la vivienda, y al parecer así había sido, solo tenía que verificar la información, así que por el momento se estaba quedando en el hotel de la ciudad.

Salió de la estación de policía y anduvo por la calle empedrada observando la belleza de las casas coloniales, la tarde poco a poco se desvanecía trayendo consigo la oscura y misteriosa noche, una a una las farolas antiguas fueron encendiéndose conforme Kyle caminaba hasta la calle principal, observó a su alrededor y vio gente caminando por la plaza, al parecer había algún festival nocturno, porque había un pequeño escenario y sillas por todo el lugar.

-Disculpe… ¿Qué es lo que están celebrando? –Le preguntó a un transeúnte que pasaba por su lado.

-Es el festival anual en conmemoración a nuestros fundadores. Es la fiesta más grande de la región, aun no empezará hasta dentro de dos noches, pero se arman los escenarios y toda clase de puestos, la tradición tiene más de doscientos años. Qué bien que llegó a tiempo. Personas de todas partes del mundo se acercan a ver.

Kyle solo había preguntado qué era lo que estaban celebrando y el hombre le había dado una descripción casi detallada de la historia.

-Gracias por la información amigo. –El hombre sonrió y siguió caminando.

Sintió que su nuca se erizaba y giró su rostro para comprobar lo que su instinto le había dicho. Había dos mujeres observándolo. Ambas tenían buena pinta, podía divertirse con alguna… o con ambas. Justo como a él le gustaban. Una era rubia, grandes senos, tal vez operados, cintura pequeña, caderas anchas y unas interminables piernas. La otra era pelirroja, senos igualmente grandes, cintura igual o más pequeña y unas caderas con las que te podías sostener mientras la follabas por detrás. Y lo mejor de todo es que su ropa dejaba poco a la imaginación.

Su pene se movió solo un poco en respuesta y esa era la señal de que no estaba interesado en ellas. Les dedicó una deslumbrante sonrisa y siguió su camino.

Llegó a un pequeño pero sofisticado café llamado “SuCafé” al entrar se transportó a otro tiempo, el lugar tenía ese delicioso aroma del café recién hecho con un toque de canela y manzana, y la atmosfera no podía ser mejor, había unas cuantas mesas de madera y hierro distribuidas estratégicamente frente al vitral delantero, el centro del suelo de madera estaba cubierto por una pequeña alfombra color verde musgo, detrás del mostrador estaban exhibidos toda clase de café y té inimaginables para Kyle, como también todo tipo de bocadillos. Pero lo que más fascinó a Kyle fue el hecho de que junto al mostrador había unas escaleras en forma de caracol que daban al balcón, donde suponía había más mesas de madera.

Pidió un cappuccino a la chica detrás del mostrador y decidió echarle un vistazo al segundo piso.

El segundo piso casi le roba el aliento, el piso era igualmente de madera, había sofás mullidos en cada esquina del sitio en forma de dos pequeñas salas, con sus respectivas mesas, tres mesas de madera y hierro estaban colocadas frente al balcón, el cual estaba adornado con flores, y en el techo de madera colgaba una muy bonita araña que iluminaba la estancia con una tenue luz, lo que daba privacidad y hacia todo el lugar intimo y acogedor. Definitivamente había caído enamorado del sitio. Definitivamente Starbucks era un cubo de basura comparado con el pequeño y acogedor sitio que había descubierto.

Decidió sentarse en una de las tres mesas del balcón, para así poder observar la plaza principal y la puesta de sol.

Con una taza de humeante café, una brisa fresca que movía su cabello y una puesta de sol tan magnífica como el mismo dios… si, por momentos como es la vida tenía un poco de sentido. –En este momento estas pensando como una chica Kyle Leto.

Su presencia en el lugar se vio afectada por una chica que lloraba en una esquina, a Kyle no le gustaba ver llorar a una mujer, había visto sufrir a su madre cuando era niño y no le gustaba. Además él tenía una hermana que pasaba por situaciones difíciles y no le gustaba verla llorar.

Se acercó a la chica con un pequeño pañuelo que sacó de su bolsillo. Se sentó a su lado y se lo ofreció. –Parece que lo necesitas. –Dijo con una gran sonrisa. La chica lo miró con unos impactantes ojos entre verdes y marrones, unos ojos que podrían hacer que cualquier hombre se corriera en sus pantalones, pero que muy en el fondo dejaban ver una gran vulnerabilidad.

-Gracias –Contestó después de observarlo detenidamente. Estuvieron un poco más en silencio hasta que Kyle lo rompió. –Sé que esto no me importa, pero no debes de llorar, mancha tu belleza. –La chica soltó una risa seca, sin humor alguno. –Yo no soy bella –Dijo mirando a la nada.

-Claro que lo eres, eres una chica muy linda, tienes unos bonitos e impactantes ojos, unos labios generosos en forma de corazón y tu rostro es exótico.

-¿De verdad lo crees? –Preguntó la chica viéndose aun más joven, ella en realidad creía que era fea.

-Claro que si –Dijo Kyle dándole la mano –Soy Kyle Leto.

-Yavanna Amras –Contestó mientras estrechaba fuertemente la mano de Kyle.

-¿Vives cerca? ¿Quieres que te acompañe a casa?

***











Alsa acompañó a su pareja hasta su nueva habitación en la segunda planta de la casa, pero al ver ese lindo traserito contonearse de un lado para otro no pudo contenerse más, y lo arrinconó contra la pared.

René al verse sorprendido soltó un pequeño grito de protesta. Alsa no esperó más y hundió su lengua en la boca de René. Necesitaba saborearlo nuevamente, solo una vez más, o todas las veces que fueran necesarias, quería emparejarse, quería hacerle el amor a su pequeña pareja, pero sabía que tenía que esperar, algo no estaba bien con ellos dos, pero no sabía que era, tal vez simplemente tenían que esperar o había algo más.

René abrazó su cintura con sus pies, mientras frotaba ambas erecciones a través de la ropa creando una deliciosa fricción. Un pequeño placer que lo estaba llevando al límite. El beso se intensificó hasta el punto en el que era imposible respirar, así que decidieron separarse.

-Eso no estuvo tan mal que digamos. –Justo ahora tenía que salir René con su sarcasmo.

-Consigan un cuarto –Dijo Rocco mientras pasaba corriendo con un balón en sus manos y con Renzo detrás de él.

-Diablos –Masculló por lo bajo Alsa, no podía tener un encuentro con su pareja por que todos se enteraban.

-Se supone que estos chicos tienen su propia casa en las orillas de la propiedad, pero aun así les gusta vivir aquí, no digo que me moleste ni nada por el estilo, todo lo contrario, pero en este preciso momento me gustaría tener un poco de privacidad.

Restrictor llegó como una tromba hasta donde se encontraba Alsa, lo que inmediatamente lo puso en alerta, Ethir nunca se ponía salvaje o nada lo alteraba, solo si se trataba de una situación totalmente desesperada o de alguien demasiado importante para él, y solo había una persona totalmente importante para él, por la que Alsa quería romperle la cara. –Yavanna no está en casa. Nienna dice que se quedó dormida y cuando despertó ya no estaba en la habitación.

La hora de la verdad había llegado, pero no antes de encontrar a su pequeña hija. Su visión se tornó roja y ladró ordenes mientras René lo veía en silencio con una extraña mirada en el rostro.

Todos se movieron rápidamente para encontrar a Yavanna. Su hija de quince años tendía a desaparecer cuando menos se lo esperaban, mientras que su hermana gemela Nienna, se quedaba quieta, a veces podía quedarse horas en una sola posición sin que nada la perturbara. Eso era lo que Alsa admiraba de ella. Si no fuera su hija, ella sería una gran guerrera.

***

-Robin me dijo que me quería, y yo se lo creí. Simplemente quería divertirse, saber lo que era salir con la hija de un hombre rico. Pero… -La oración quedó flotando en el aire mientras Kyle y Yavanna caminaban por un camino de tierra en la profundidad del bosque. No sabía como una chica podía sentirse cómoda caminando con un hombre extraño en medio de la nada, pero al parecer ella confiaba en él para protegerla y sabía que no le haría daño.

-Sabes, es un chico estúpido, él no te merece, tienes que encontrar chicos buenos. –No chicos como yo- Que te convengan y no jueguen con tus sentimientos –Como yo.

La noche estaba fresca, y Yavanna cuando la encontró simplemente traía encima un vestido ligero sin mangas, así que le había ofrecido su chaqueta.

Unos faros los deslumbraron durante un momento y bueno… después de eso todo sucedió rápido, charla, dolor, grito, oscuridad. Bendita y maldita oscuridad.