Capítulo 6 -Elena

Elena sintió movimiento a su lado, y eso la trajo a la realidad, su cuerpo se sentía dolorido, pero era un dolor bueno. Lo siguiente que notó fue que estaba desnuda, y que había alguien con ella. No nuevamente.


Abrió lentamente los ojos, y lo que vio la sorprendió, un Mark muy sexy estaba sentado derecho en la cama con la sabana en sus caderas, realmente era la fantasía de cualquier mujer. Pero en ese momento ella quedó aterrada de lo que pudo haber sucedido. Abrió enormemente los ojos mientras se protegía los pechos con la sabana. –Tranquila chica virginal, no te hare nada que no haya hecho anoche. –Dijo en un tono sarcástico y muy molesto un irónicamente calmado Mark.

-Yo… ¿Qué sucedió? –Preguntó ella cuando no supo que mas decir. Todo era muy bizarro, ella en una cama con Mark y desnuda. Nunca lo hubiera imaginado, pero aquí estaba, ya no era virgen por lo que podía ver, y eso le aterraba a proporciones épicas, aunque el shock no llegara aun, sabía que lo haría.

-Bueno, aparte de que tuvimos sexo, nos casamos. Pero el maldito matrimonio no funciona, porque fue en una capilla barata, así que no te emociones, solo quería un poco de diversión, y contigo la obtuve, tengo novia oficial, y me casare con ella.

-No se preocupe por eso señor Kazaminsky, el que yo no le atraía me quedó claro desde el primer momento que lo vi. Si no le molesta, esta es mi habitación y quiero que se vaya, tengo muchas cosas que hacer hoy y usted no está en mi agenda. –A Elena no le quedaba de otra más que ser dura, porque su orgullo femenino y su corazón estaban heridos, aunque ella no lo quisiera, Mark le agradaba de cierta manera, pero siempre sucedía lo mismo, ella nunca era suficiente para que un hombre se quedara. Y mucho menos cuando la había visto desnuda, aunque hubiera estado ebrio. Eso dejaba mucho más claras las cosas. Un hombre debía de estar muy ebrio para poder acostarse con ella.

-Mire Elena, nuestra noche fue muy divertida, pero los dos somos adultos y sabemos que solo fue una noche, no llegara a mas. Espero que lo comprenda.

-Aunque usted no lo crea, lo comprendo perfectamente señor Kazaminsky, ahora si no le molesta, por favor, quiero que se vaya de mi habitación.

Mark se levantó de la cama en toda su gloriosa desnudez y caminó por la habitación recogiendo su ropa. Elena se moría por pasar la lengua por su cuerpo como lo había hecho la noche anterior, pero se dijo que no se humillaría nuevamente, él lo había dejado muy claro, ella no le interesaba, simplemente había sido diversión de una noche.

***

La semana pasó muy lento para Elena, cada vez que cerraba los ojos, venía a su mente la noche tan fantástica que había pasado con Mark. Y el hecho de recordarlo le hería en lo más profundo. Aunque ella no lo quisiera, Mark se había metido muy profundo, era idiota pero no podía hacer nada al respecto.

Pero por fin había terminado con sus asuntos en Nueva York, ahora se iría a casa, olvidaría lo que sucedió, y por fin viviría una vida mucho más tranquila, como siempre lo había hecho. Y aunque no fuera una mujer bonita, tenía mucho más que algunas de esas modelos hermosas. Tenía familia y amigos que la querían. ¿Para qué demonios quería un hombre? Hombres que no valoraban los placeres sencillos como la virginidad de una mujer. Y había un hombre que no había valorado la suya. Y aunque era doloroso, tenía que aceptarlo tal cual era. Ya no quería sentir lástima de sí misma, pero era inevitable no hacerlo cuando un hombre la había usado para saciar sus necesidades más básicas. ¡Aquí vamos de nuevo! Pero ella también lo había disfrutado, y como había dicho Mark, ambos eran adultos y sabían comportarse.

Había sido una tortura verlo diariamente y no poder tocarlo, verlo interactuar con otras personas, coquetear con las secretarias de sus socios. Con mujeres bellas. Todo era tan malditamente duro. Pero eso ya no era su asunto. Ahora ella se iría a casa. Y prueba de ello, era que su vuelo estaba por llegar.