Mi historia de no-amor

¿Qué sucede cuando la persona que tú amas de repente esta con la persona equivocada? La cual no eres tu.

Eso es lo que más o menos me sucedió a mí. Esta es mi historia de no-amor, una historia un tanto tediosa porque se trata de una situación real, una situación que sucede con todos nosotros en alguna parte de nuestra vida. Lo cual me enerva a condiciones épicas. A veces me pregunto por qué mi vida no es como la describo en alguna de mis historias, porque no puedo encontrarme algún Evan o Robbie heterosexual que me respete y me quiera, o algún Mark. No lo sé, mi vida es sencilla con una pizca de objetividad. Bien eso ultimo no tiene sentido porque mi vida en estos momentos no es sencilla. Y la razón tiene nombre y apellido. Eduardo Osuna.

Es un chico que trabaja donde lo hago yo. Es un chico lindo, pero muy, muy serio. Es tímido en cierto sentido. Sus ojos son de color marrón al igual que su cabello, no es un chico guapo, pero tampoco es feo, no es un adonis con un cuerpo escultural, solo es él. Con sus cosas raras sobre silbar, con sus extraños hobbies. Una persona normal hasta cierto punto.


Bueno, el punto es que hace unos meses era simplemente mi amigo, un chico mas que no lo veía como algún futuro prospecto romántico. Bien aquí voy, aquí empezare con lo peor y lo más vergonzoso que he escrito, mi vida. Mi casi patética vida romántica, la cual cuenta con seis relaciones pasajeras y el amor de mi vida me cambio por una amiga, ese tipo que aun me revuelve todo el interior cuando lo veo, pero sé que jamás ocurrirá algo nuevamente entre nosotros. Si me uní al club de “las cinco de la mañana” puedo hacer esto. Mi motivación no es financiera, eso que quede claro, solo quiero desahogarme un poco.


Como decía, un día mientras estaba trabajando, ese chico el cual a mi punto de vista en estos momentos es un imbécil, estaba haciendo sus compras semanales y yo me acerqué para pedirle un poco de ayuda. Él de la manera más natural me dio un enorme beso en la mejilla, el cual hizo que me pusiera de un rojo profundo, él no lo notó y si lo hizo tuvo la decencia de no avergonzarme con algún comentario. El tiempo siguió en su curso normal, pero esos besos se siguieron repitiendo hasta la fecha, pero mi visión acerca de él ya no era la misma, ahora pensaba demasiado en eso, en las noches tenia sueños no tan decentes acerca de nosotros. –Justamente anoche tuve uno-. El martes pasado, 22 de noviembre, me tocó trabajar doble turno, y mientras hacíamos nuestros respectivos cortes en la “sala de juntas” –Soy cajera, junto para la escuela- Eduardo me preguntó acerca de una charla que teníamos pendientes. Pero en aquellos momentos, yo no pensaba en Eduardo como algo más allá que mi amigo, solo lo había hecho para darle celos a un potencial romántico que después me entere que estaba casado, así que lo deje estar. Pero esa noche de martes, Eduardo me recordó ese comentario. Y ahora movió todo en mi interior.


Me lo dijo más o menos así: -¿Recuerdas lo que me dijiste hace unas semanas? Lo de la plática que teníamos pendiente. ¿Qué me querías decir? -He de decir que yo estaba realmente emocionada esa mañana cuando descubrí que cubriría el turno de Eduardo también, pero toda emoción murió cuando una de mis mejores amigas del trabajo me dijo que Patricia ya tenía novio, y esto fue así: Cuando llegué al trabajo fui directamente con mi amiga, y me dijo – ¡Adivina que amiga! –Yo tenía mi cara de incredulidad, literalmente. -¿Qué pasó? –Le pregunté alarmada de que algo grande hubiera sucedido. –Patricia ya tiene novio. –Yo me quedé con cara de shock porque Patricia, una loca casi egocéntrica tuviera novio. Pero en mi interior sabia de quien se trataba. -¿Y adivina quién es? –Me preguntó mi amiga. –Es José –Eduardo- José es su primer nombre.


-Ahora somos compañeras del mismo dolor. –Ella días antes se había enterado que el chico que ella ama furiosamente anda con otra de mis amigas, ese fue un golpe duro para ella, y trato de mantenerme neutral en ese sentido. Porque ambas son mis amigas.


-No me golpeó tan fuerte como lo hizo contigo –Le dije yo, aunque por dentro quería golpear a Patricia.


Regresando a la conversación de esa noche con Eduardo y yo sabiendo que él andaba con Patricia y no me lo había dicho, solamente solté lo que cualquier chica con dignidad hace. Negar todo lazo alguno de cariño con él. –No, ya sabes que soy un poco extraña solo quería hablar contigo, sobre cosas simplemente. –Si fue estúpido y lo reconozco pero no podía decir lo que sentía por él. No en ese momento, esa misma mañana había llegado al trabajo con la resolución de decirle mis sentimientos y besarlo, pero ese momento no llegaría, porque Eduardo estaba con Patricia. –Tienes que darme la lista de los libros que quieres. –Dijo él sacándome de mis pensamientos deprimentes. –Sí, te la traeré. –Le dije yo fingiendo estar haciendo cuentas en la calculadora, cuando obviamente ya había terminado mi corte.


Semanas antes yo le había dicho que en navidad y en mi cumpleaños quería que me regalara un libro. Y él se lo tomó enserio. Y hasta la fecha no lo puedo sacarlo de ahí.


Pocos días después, me preguntaba cómo demonios había terminado Eduardo con Patricia. Y Luz –mi amiga- me dio la razón más obvia del mundo, porque ella es la mejor amiga de Eduardo. –Ella se lanzó hacia él. Porque José es demasiado serio para haberle declarado algo, además él no se ve demasiado entusiasmado con ella.


Otra amiga quiere hacer una apuesta conmigo, a ver si me atrevo a meterme en una “relación” en la que Eduardo no tiene voz.


Hace dos días, Eduardo me mandó un mensaje de texto que dice así: “Hola Marlen, ¿oye si me cambias es turno? Si es así me mandas un mensaje o me dejas uno en Facebook, hace como tres días que no lo veo, jeje. TQM.”


Bueno eso decía simplemente el mensaje. Y la tipa se enteró de dicho mensaje. Y me dijo al día siguiente. –Oye, ¿Por qué no le cambiaste el turno a Eduardo? Que mala eres, yo quería ver a mi niño. –A lo que yo conteste con ganas de molestarla –Él me mandó un mensaje pero yo no tenía crédito para contestarle.


-¿Por qué te mandó un mensaje a ti? Yo cumplí años ayer y no me mandó ninguno y tampoco me habló. –Eso trajo cierto punto de satisfacción a mí, porque yo sabía su posesiva actitud hacia él.


Estoy ansiosa por ir a trabajar porque le diré a Eduardo que si me acompaña el día de mi descanso a un día de compras –Compras necesarias, no shopping- quiero ver la reacción de Patricia, se qué querrá matarme y que lo llevara a la práctica, pero quien no corre riesgos no gana nada. Sé que yo le intereso a Eduardo, pero ninguno fue lo suficientemente valiente para decirlo. Ahora tengo que compensar ese error y sacar la casta de las mujeres. Tengo que hacerlo porque si no lo hago, me arrepentiré y algún día me preguntare por lo que hubiera sucedido si lo hubiera hecho. Si termino lastimada simplemente curare mis heridas, aunque sé que Eduardo no es el tipo de hombre que hace eso.


Bueno suelto mi computadora para ir a ducharme, tengo un largo día de domingo por delante.

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Eso lo escribí el día de ayer, mucho antes de ir a trabajar, pero descubrí algo, el chico en cuestión esta molesto conmigo. Yo que soy buena persona... Me da un coraje grande, y por su puesto no pude invitarlo a salir, por obvias razones.
Esa soy yo, una chica con un vida normal, una historia común, nada de escenarios, historias fantasiosas ni nombres imaginarios, que no existen. (V)

Seguiré adelante! :D