Capítulo 4 -Elena

lunes, 28 de noviembre de 2011
Elena


La reunión estaba yendo magníficamente, mejor de lo que Elena podía pedir, pero el que fuera tan bien le daba miedo.

Si todo salía bien, ella tendría que salir todo un día con el maleducado y hermoso empresario Mark. Pero su cohibida personalidad era un gran defecto, y ella seguramente lo aburriría pronto.

Estaba realmente concentrada escuchando la propuesta del presidente bastardo Mark cuando su teléfono sonó. –Si me disculpan. –Dijo Elena con un tinte molesto en su voz, nunca le gustaba dejar su celular fuera por si algo malo sucedía, pero tampoco le agradaba que sonara a la mitad de una junta tan importante como esa. -¿Diga? –Contestó ella al tercer timbre. –Elena, soy Evan Shaw, llamo para ver cómo va todo por allá. –Elena sintió un revoltijo de emociones, se trataba de su mejor amigo y jefe Evan Shaw. -¡Evan! Quiero decir, jefe. –Dijo en un tono más silencioso. –Estoy en medio de una junta con el presidente de Lambers&Kazaminsky Electronic. Todo va bien. Espero que siga así… Evan, ¿Qué sucede? –Elena siempre había sido una experta en detectar el humor de Evan desde que estaban en el colegio y bueno… esta no había sido la excepción.

-Robbie. –Dijo Evan con un toque de tristeza y eso hizo que Elena se pusiera como una fiera, pero ese no era el momento perfecto para matar a alguien, tendría que terminar la junta primero, después se podría encargar de Robbie. –¿Lo viste? Maldito bastardo. Me tengo que ir, pero cuando termine la junta, tú y yo tendremos una larga charla. ¿Entendido?

-Lo comprendo Elena. Cambio y fuera.

-Cambio y fuera, entonces. Te quiero.

-También te quiero Elena. – Ella dio por terminada la llamada y se dirigió a la sala de juntas con una nueva resolución, los hombres solo traían problemas tanto a su propio género como a las mujeres.

-Disculpen –Dijo Elena tomando asiento y viendo discretamente a Mark. El cual tenía una sonrisa socarrona en su rostro.

-Bien Elena, te presenté la propuesta que hay de nuestra empresa hacia la suya, ahora es su turno. –Dijo Mark tomando asiento.

-Bien. –Este era el punto fuerte de Elena, ella podía ser un maldito gladiador en una sala de juntas, pero era una chica nerd sin experiencia en el amor en cualquiera de sus tipos fuera de ella.

-Nuestra empresa de seguridad es una de las más prestigiosas del país, nuestro prestigio se ha elevado a la par de otras empresas, empresas que nos proveen de materiales útiles para nosotros, como son armas de muy buena calidad, equipos sofisticados… dichos materiales, como bien lo saben nos los facilita A&A asociation, nuestros autos son de los mejores en su ramo. Son entregados por la pequeña empresa que blinda autos, McQuenzie. Ellos son reconocidos hoy a nivel nacional por proveernos. Si ustedes se asocian con nuestra empresa, tendrán más renombre del que tienen en estos momentos, es bien sabido que son una compañía de calidad y responsable. –Elena se paseaba por la sala de juntas como si hubiera estado ahí toda su vida, se sentía grande, poderosa. –Sus artefactos son utilizados por los mejores equipos de vigilancia del país, y creo, no, no creo, estoy segura, que nuestra empresa aprovecharía de manera muy sustanciosa su nueva línea. Y saben que hay una retroalimentación. La decisión, simplemente, está en manos del presidente y vicepresidente de Lambers&Kazaminsky. –Concluyó Elena satisfecha con su discurso, el cual no había escrito, había sido totalmente improvisado, ya que por primera vez en toda su vida, aunque no le gustara y no lo aprobara, se había puesto nerviosa al tener toda la atención de Mark sobre ella. Si bien había una docena más de hombre en la habitación, sus ojos siempre buscaban a uno en especial. Y su discurso se había borrado por completo de su mente.

-Jovencita, su espíritu y experiencia hablan por sí solos, si usted no es la presidenta de Firbuk´s Company, debería serlo, es una muy brillante oradora. Y le falta un poco para convencerme con la propuesta que tiene. Si nuestra relación va más allá, y estoy hablando laboralmente, espero que se dé de manera natural. Ahora, esta junta la damos por terminada, en dos días la terminaremos, para ver que tal. –Concluyó el vicepresidente de la empresa. El padre de Mark. Y a pesar de que Mark era el presidente de la empresa, dejaba que su padre tomara las decisiones como si aun fuera el dirigente de la empresa. Y eso hacía que a Elena le agradara un poquito Mark. Solo un poquito.



-Bien, como usted diga señor. Ahora debo de marcharme para poder hacer algunas cosas. Señores, con su permiso me despido.

Elena salió lo más rápidamente de la sala de juntas, lo único que quería era llamar a Evan para exigirle respuestas, ella tarde o temprano mataría a Robbie por ser tan estúpido, tenía que lograr que el gran escritor sacara la cabeza de su culo.

Pero no llegó tan lejos como sacar su teléfono, porque alguien la tomó por el brazo, y sus esperanzas cayeron rápidamente.

-La junta fue bien señorita Carson. –Lo peor que le podía suceder en ese momento. Ella que quería hablar con Evan, y aquí estaba Mark presionándola.

-Sí, fue bien. Ahora deje que me gire y pueda encararlo. –Dijo Elena mientras trataba de girarse. –No la dejare hacerlo hasta que diga que si a nuestro día compartido.

-Señor Kazaminsky, no habrá ningún día compartido, tengo muchísimas cosas que hacer, no tengo tiempo para algo como eso.

-Sabe usted que si no acepta, puedo alterar la decisión de mi padre, ¿verdad?

Elena rápidamente se giró en el agarre de Mark, simplemente no lo podía creer. –No puede estar hablando enserio, no creo que sea tan maldito como para hacerlo. No se atreve.

Los labios de Mark se estiraron en una sensual y cínica sonrisa. –No me rete señorita, soy capaz de cualquier cosa para lograr lo que me propongo.

-Pero es que no puede estar hablando en serio. –Chilló Elena mientras daba una patada al piso.

-Se lo dije, tendrá que decir que si, usted decide.

Elena lo pensó durante unos momentos, ese hombre estaba loco, no podía estar hablando en serio, pero al parecer si lo estaba.

-Antes de responder, quiero decir que usted es un hombre descabellado, un hombre testarudo que no piensa en el bienestar de los demás.

-¿Algo más que desee agregar antes de decir que si?

-Nada más.

-Bien, ahora tiene que decir que sí. Hágalo porque si no, no podré sacarla de aquí para pasar una tarde junto a usted, también tenemos que contar el desayuno y la comida de mañana.

-¡Que! Yo solo acepté pasar un día. No dos.

-Cuenta como uno Elena. Es muy tarde, y mañana compensaremos el resto del día. No se preocupe no la aburriré.

-Eso no es lo que me preocupa. –Lo que me preocupa es que yo lo aburra. Pensó Elena para sí misma.

-Bien, ahora nos vamos, iremos a pasear por ahí. No se preocupe, sé que no es de aquí, le daré un tour, soy el mejor guía de turistas que alguna vez conocerás.

Bueno, quisiera saber si eres el mejor en todos los campos…

2 comentarios:

Beluchiss dijo...

ahhhh que buenoo pasaraannn juntoss el diaa jee!!!! estee Mark terriblee con tal de que ella acepteee es capaz de hacer cualquier cosa jaja!!! me encantoo el capitulo!!! haber como les va juntossss yy mm Elena comprobara si Mark es el mejor en todos los campos!!!!!!! ja!!

Anónimo dijo...

Buenos días, Marlen.
Espero que hayas recibido mi energía positiva.

Vaya con el ceporro de Marc. ¿Por qué no la deja en paz? Mira que es cabezota, ¿eh? Y Elena una tontorrona. Jolín, si no quiere salir con él, que no salga. Demonios. Además, por todo un día.
Estoy pensando que cuando Evan sufra el accidente, llamarán a Elena por teléfono y dejará a Marc con las ganas, je, je, je. Para que la desee más. Y se enamore también.
Gracias, Marlen, por el capítulo.
Penélope

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