Capítulo 4

martes, 8 de noviembre de 2011
Robbie se paseaba de un lado a otro por el vestíbulo de la gran casa en la que vivía, la cual no le traía ninguna satisfacción. Esa casa la había comprado William con dinero de Robbie, solo por eso él la conservaba, pero la odiaba con todo su corazón… esa maldita jaula de oro había sido su prisión cuando desobedecía al bastardo de William. Ahora tenía una resolución diferente, era un hombre bien constituido, solo el temor de que hirieran a Evan lo mantuvo sumiso ante William.
A diferencia de Evan, Robbie era de un rubio cenizo, que parecía bañado por el sol, con ojos verdes como las esmeraldas, y odiaba que William lo llamara “mi sol” le parecía repugnante. Pero todo lo aguantaba por Evan y para recuperar lo que le pertenecía.
Pero al final la había cagado completamente, había alejado a Evan, que era lo que más quería en el mundo a parte de su madre, la cual se fue hace mucho tiempo a causa del cáncer.
Robbie detuvo sus pensamientos al escuchar un auto por el camino de grava. Y sus nervios saltaron como unos malditos conejos. –Tranquilo Robinson, tu puedes hacerlo. No por acobardarte ganaste la medalla de… Al diablo, ¡Nunca he ganado ninguna maldita medalla! Estoy jodido.
Tocaron el timbre de la puerta principal y su cuerpo se tensó. Era obvio que él no tenía que abrir la puerta, eso lo haría ver muy ansioso. Entonces vio a su ama de llaves caminar hasta ella y la detuvo. -¡Claire! –Esta al escuchar su nombre pegó un salto – ¡Maldita muerte bastarda! –Gritó la mujer, con los ojos como platos.
Robbie arqueó una ceja ante el florido vocabulario de la mujer mayor, pero dejó pasar el incidente, todos tenían sustos tan grandes como ese.
-Lo siento Claire –Se disculpó él. –Pero no abras la puerta aun, deja entró a mi oficina, y a la persona que sea, hazla pasar.
-Como quieras Robbie –Dijo sonriendo la mujer, la que lo había ayudado en los peores momentos de su vida con William. Ella era como una segunda madre para él.
Dejando eso por un lado caminó lo más rápidamente a su oficina, y se sentó detrás de su escritorio. Fingió estar revisando unos papeles, cuando tocaron la puerta. –Adelante –Dijo con voz casual, pero estaba tratando de controlar su aliento y recuperar la compostura.
-Señor McLaren, aquí está el señor Shaw, de Firbuk´s Company.
-Hazlo pasar Claire –Dijo dándole un guiño de complicidad.
Segundos después se presentó ante él un hombre totalmente diferente al chico bien parecido que había visto por primera vez diez años antes. Ahora era regio, de un porte dominante, todo un macho alfa, un hombre difícil de engañar. Pero eso no quitaba lo atractivo. Su cabello marrón se había oscurecido unos tonos, y sus ojos miel estaban llenos de cautela. Su piel era más morena. Definitivamente era comestible. Un lindo chocolate.
Robbie se puso de pie intentando disimular la erección que tenia bajo sus pantalones. Definitivamente la vista de un Evan con traje gris de rayas, y esa corbata negra que hacia contraste con la pulcramente blanca camisa le quitaba el aliento. Pero su cara se veía rígida, como si le hubiera costado todo su razonamiento y sus fuerzas ir al encuentro de Robbie.
-Señor McLaren… -Dijo este acercándose al escritorio.
-Shaw, es un placer tenerlo en mi humilde casa. –Dijo Robbie extendiendo su palma hacia Evan. Este solo soltó un pequeño bufido y aceptó el apretón de manos. Pero fue algo rápido e incomodo, por lo menos para Robbie así se sintió. Se quedó con la mirada clavada en los ojos de Evan por unos momentos hasta que Evan apartó la vista, eso le recordó a Robbie que Evan solo estaba ahí por asuntos de negocios, y aunque lo había visto en fotografías de periódicos y revistas, verlo en persona aunque solo fuera por negocios, le robaba cada gota de su ser no tirarse sobre él.
-Siéntese por favor, hablemos de los negocios que lo han traído aquí. Tengo entendido que su empresa es una excelente elección en temas de seguridad –Dijo Robbie una vez que Evan se sentó en la silla frente a él. –Espero que mi elección haya sido la correcta, espero que mi confianza hacia su compañía no se vea afectada señor Shaw. –Vio a Evan tensarse por un momento, pero lo desechó ya que esto era imposible.
-No tengo la menor duda de que mi empresa se ajuste a las necesidades de nuestros clientes, no hemos tenido ninguna queja sobre los investigadores y de nuestros equipos de seguridad. Tengo entendido que usted lo que quiere es un guardaespaldas. Eso es lo que tendrá. Aunque a decir verdad me dejó muy intrigado, y no solo a mí, sino a casi todo mi equipo, el que usted, un hombre de letras nos contratara, no solemos dar servicio a escritores de ciencia ficción, por lo regular nuestros clientes son políticos muy poderosos, o personas con enemigos muy fuertes.
Las cejas de Robbie se arquearon, ciertamente el tiempo no le había quitado la suspicacia a Evan. Era un hombre altanero y sin miedo a decir las verdades.
-No quiero un guardaespaldas a tiempo completo Evan, principalmente lo quiero por la casa. Tiene un buen sistema de seguridad, pero no está de más prevenir, además estoy pagando malditamente bien por los servicios de tu compañía.
-El dinero no es problema para mí, Señor… nunca lo ha sido.
-¿Entonces? ¿Por qué aceptaste la oferta millonaria que te hice? ¿No me digas que fue para recordar viejos tiempos por lo que has vuelto?
Evan se levantó irritado de la silla, muy enfadado. -¡Maldito bastardo! ¿Crees que soy una maldita puta? –Preguntó Evan apuntando a Robbie. -¿Acaso no estás muriendo por que te folle? Hace años me lo rogabas. –Contestó a cambio. –Para mí, siempre fuiste una puta. -¿Qué demonios estaba haciendo? Eso solo lastimaba a Evan, lo sabía, pero no podía detenerse, tenía tanta frustración guardada, y sabia que solo era culpa suya. Pero aun así.
-¿Quieres saber si soy una maldita puta? –Arremetió Evan con los ojos llameando de furia. Se lanzó hacia Robbie y en menos de diez segundos desabrochó su pantalón y lo bajó hasta las rodillas.
Tomó el pene de Robbie con el puño y lo llevó a su boca rudamente. Tomó sus bolas entre los dedos y las apretó salvajemente. Tragaba furiosamente el pene de Robbie mientras lagrimas calientes bajaban por sus mejillas. Robbie quería tocar su cara, pero el shock de lo que Evan estaba haciendo lo dejaron quieto, eso y que era una de las mamadas más gloriosas de su vida, a pesar de que fuera hecha con poco cuidado.
En menos de dos minutos, Robbie tomó el cabello de Evan en un puño y se corrió fuertemente en su boca, todo lo que podía hacer era concentrarse en el inmenso placer que Evan estaba produciendo. Ahora con esa realidad golpeándole, Robbie se dio cuenta de que la experiencia de Evan en el sexo era grande. Y lamentablemente no la había aprendido con él. Nada de lo que le hacia se lo había enseñado Robbie. Y se sentía fatal por ello. Antes de que todo terminara, Evan se levanto, se limpio la boca con el dorso de su mano, y con ira saliendo de sus poros casi literalmente escupió su esperma en el piso. –Eso te demuestra tu pensamiento. Buenas tardes. Maldito bastardo –Cuando terminó de hablar salió rápidamente de la oficina dejando a Robbie controlar su temperamento y su orgullo herido. Lo habían dejado con los pantalones abajo, habían logrado que se corriera con una gran potencia. Lo había mancillado.
El maldito idiota que aun amaba lo había dejado tirado y con los pantalones en el suelo. E irónicamente eso trajo a Robbie una sonrisa. Evan siempre había sido así de temperamental e impulsivo. Eso era lo que Robbie amaba de él. Que fuera un hombre caliente en más de un sentido.
Y se carcajeó por ello, por que Evan sería suyo lo quisiera o no. Descubriría quien era ese nuevo Evan y lo atraería a él como un imán, y si se iba al infierno tenía el gusto de haberlo saboreado.
Si… una sorpresita que Evan no se esperaba, eso es lo que se le ocurrió a Robbie mientras subía sus pantalones. Una sucia sorpresa.

5 comentarios:

señorita rotenmeyer dijo...

joder, menuda primera toma de contacto, jajajaja, me dejas con toda la intriga

Mª LUISA H dijo...

Por Dios niña bonita me dejaste alucinada y maravillada preciosa ,jejejejeje Robbie merece una tunda de bofetadas ,pero esta el capi muy caliente.Bonita sigue con las teclas que no se enfríen los dedos,jajajajaja ,besos

Beluchiss dijo...

uff que maneraa de vovler a verseeee jeeee espectacular el capitulo!!!!!!! ahhhh robbie saco de las casillas a evann y ahoraaaaa yaa estoyy ansiosa por leer el que le siguee!!!!!!!

Anónimo dijo...

Bueno, asunto resuelto. Definitivamente sí es una puta.
Después de tantos años sin verse, y a la primera de cambio, le hace ese favor. Me he quedado muda.
A ver qué nos haces en el quinto capítulo.
Ánimo.

Penélope.

judith dijo...

Robbie se ha comprotado como un idiota , en lugar de decirle a Evan lo mucho que le ha extrañado ha sido altanero y sobervio. Pobre Evan ...
Espero que en el próximo capítulo estos dos se comporten . Menudo par de tontos !!!!!

No puedo esperar a leer el siguiente

Judith

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